6 de eneroComo cada año, este 6 de enero las familias mexicanas se reunirán para celebrar el Día de los Reyes Magos, festejo que los niños pequeños esperan con gran ilusión para recibir juguetes, convivir y partir la tradicional rosca.
El día 6 de Enero la Iglesia Católica celebra La Epifanía (que en griego significa manifestación, aparición, revelación) ante los Reyes Magos o Santos Reyes. Según la tradición en México, son ellos quienes traen los regalos a los niños como alguna vez lo hicieron con el niño Jesús al llevarle tres dones (oro, incienso y mirra). El título de Reyes se da por la tradición, ya que en la biblia no se menciona esa condición, y el término mago se traduce más como hombres especializados en el estudio de las religiones y grandes sabios y filósofos que relacionado con magia; también la tradición se ha encargado de indicar el número: tres. Recientemente, el Papa Benedicto XVI planteó que el origen de estos personajes llegados del oriente podía estar en España, pero más allá de esto, los Reyes Magos simbolizan los primeros gentiles convertidos al cristianismo. La tradición dice que Herodes, al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban (mesías), ordenó matar a todos los niños menores de dos años, entre los cuales se encontraría dicho Rey, por lo que después de que los Reyes Magos adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no regresaran donde Herodes, con lo que tomaron otro camino. La Sagrada familia huyó a Egipto poniéndose a salvo. Es en este marco que se da la tradición de la Rosca de Reyes, cuyo origen se marca como romano y relacionado con las “saturnales romanas”, pero que la iglesia católica incorporó como muchas otras tradiciones paganas cobrando auge durante la Edad Media y llegando a nuestro país en el Virreinato a través de los españoles. En México, cuando uno piensa en la Rosca de reyes, viene a la mente una reunión familiar (o con amigos) con el infaltable chocolate (aportación de esta tierra); pero es importante comentar que la Rosca de Reyes no es sólo un pan de harina blanca y levadura adornado con frutos secos y cristalizados como higos, dátiles y algunas nueces, sino que está llena de profundos significados. Si observamos bien, su forma evoca las coronas de los Reyes Magos, y la fruta de múltiples colores, simulan las joyas que estaban incrustadas en las mismas, éstas significan Paz, Amor y Felicidad. Asimismo, la forma circular simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin, aunque especialmente en México y debido a su carácter familiar, la Rosca de Reyes ha adoptado una forma ovoide con el fin de que alcance para todos los asistentes. Anteriormente en la rosca se escondía un haba, misma que ha sido sustituida por una figurilla de pasta, de porcelana y más recientemente de plástico con forma de un niño, simbolizando al Niño Dios (por lo que no es correcto llamarle “muñeco” o “monito”) que tuvo que ser escondido y protegido en los días de la persecución del rey Herodes. Al partir la rosca, el cuchillo simboliza el peligro en el que se halló el niño Jesús y la fruta con que se adorna significa todas las distracciones del mundo que nos impiden encontrarlo. En nuestro país esta tradición toma especial importancia, ya que aquél o aquéllos afortunados que encuentren al niño (o niños), además de recibir las bendiciones del niño Dios, serán los anfitriones del día 2 de febrero, día de La Candelaria y “padrinos” del niño. Es entonces que ese día deberán vestir de gala a su niño para su presentación en la iglesia, comprometiéndose también a ofrecer tamales y atole (aunque también se acostumbra chocolate o café de olla) a todos los presentes, dando lugar con esto a otra de las más importantes tradiciones mexicanas. En algunos lugares de México se tenía por costumbre guardar en la rosca un anillo y un dedal, por lo que aquella persona que encontrara el anillo, tendría una boda próxima; por el contrario, quien encontrara el dedal tendría soltería por lo menos de un año.
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Melchor, Gaspar, Baltasar y Artabán |
Autora Ana Lilia Acosta Patoni
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